¿Moho en mis paredes? NO
El moho es un hongo que no solo afea nuestra casa sino que se puede convertir en un grave problema de salubridad, por ello y con el tiempo húmedo del invierno queremos que puedas controlar su aparición o eliminarla si es que lo ha hecho ya, con algunos de estos consejos, que nuestros expertos han preparado para ti.
La humedad es la principal responsable de la aparición del moho, un hongo que aparece tanto en las paredes como en alimentos descuidados en el fondo de tu despensa. El moho forma parte de la familia de los hongos junto a las setas y la levadura, y aunque hay miles de clases distintas, los que suelen afectarnos más en nuestra vida diaria son las cladosporium, penicillium, alternaría y aspergillus.
Pero lejos de ser un tema estético o higiénico, no debemos olvidar que el moho favorece la aparición de afecciones en las vías respiratorias, de fiebre, tos y rinitis, siendo los niños los más vulnerables. Una exposición prolongada al moho, puede incluso llegar a afectar de manera grave a personas que sufran de asma o de alergias relacionadas.
Además el moho es la principal causa del llamado “síndrome del edificio enfermo”, una afección que suele producirse en edificios modernos que suelen ser herméticos pero que sin embargo tienen pocos canales de ventilación y renovación del aire.
Estas son algunas razones, aunque hay muchas más, que debemos tener en cuenta a la hora de cuidar nuestras paredes e invierno. ¿Por qué en invierno?, porque es la estación más húmeda y fría del año y estos dos factores favorecen la aparición del moho.
Cómo prevenirlo
Lo fundamental es controlar el nivel de humedad. Para que lo sepas, el moho se reproduce por esporas y necesita de ciertas condiciones de humedad adecuada para que se reproduzcan y creen colonias que favorecen la aparición de enfermedades respiratorias.
Para evitar que aparezcan estas colonias, evita los rincones poco ventilados o con un grado alto de humedad, como suelen ser los lavabos que no tienen un sistema adecuado de ventilación y extracción de aire, o los sótanos que sirven de depósito. La ropa que no se seca bien o los materiales como la madera o el cuero también son vulnerables al moho si no se les presta el cuidado pertinente. Lo suyo es abrir cualquier ventana que encuentres cerca, sobre todo después de la ducha, para que se produzca la ventilación óptima.
Los deshumificadores suelen combatir muy bien la humedad en invierno y los aires acondicionados hacen lo propio durante el verano. Asimismo los purificadores de aire mantienen el ambiente de tu hogar libre y previenen que las esporas se trasladen vía aérea y se instalen en otros rincones de la casa.
Otras estrategias que puedes utilizar para prevenir el moho es garantizar una correcta ventilación en tu casa, utilizar pinturas anti-moho que cuiden nuestras paredes y limpiar constantemente las zonas más húmedas.
Cómo erradicarlo
Existen en el mercado productos fungicidas, pero que contienen elementos tóxicos que son perjudiciales para la salud. Afortunadamante también existen fungicidas ecológicos igual de efectivos y menos perjudiciales. Pero si no queremos complicarnos lo mejor es usar lejía, para limpiar y desinfectar las zonas afectadas.
Una vez que elijas el producto que mejor se adapte a ti o que más te guste te recomendamos que uses guantes de plástico y mascarilla con filtros que protejan el aire que respiras.
Para tratar paredes lisas basta con pasar un paño húmedo para limpiar las manchas, pero si tus paredes son rugosas (como la textura que deja el yeso sin lijar) habrá que raspar y volver a enyesar para erradicar el hongo completamente.
Si la superficie es de madera, un trapo o una esponja empapada en vinagre harán el trabajo de manera efectiva; si el moho está atacando tu ropa, puedes limpiarla añadiendo una cucharada de percarbonato sódico junto con el jabón y el suavizante.
Te recomendamos que veas este vídeo de Youtube y si tienes que volver a yesar tus paredes y pintarlas recurre a los mejores profesionales. En Easy Repair estamos para ayudarte.
