¿Qué es el «fracking» o fractura hidráulica?
Lo habrás oído mucho últimamente; este concepto se ha hecho tristemente célebre a causa de los problemas que ha originado a su alrededor. De hecho, justo hoy, un informe del Instituto Geográfico Nacional concluye que la serie de seísmos en las costa de Castellón, uno de ellos de hasta 3.5 grados en la escala de Richter, se deben oficialmente al almacén de gas de Castor.
¿Pero cómo puede ser que una técnica de extracción provoque terremotos? La razón es la manera en que funciona. El fracking consiste en perforar el suelo a través de un pozo; a continuación se introducen millones de litros de agua y una gran cantidad de productos químicos tóxicos a más de 2.500 metros bajo tierra. La presión generada por estos elementos rompe la roca y hiela el gas. El tipo de suelo en que se lleva a cabo es aquel formado por ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente pizarras o margas, cuya poca permeabilidad impide el movimiento del gas a zonas de más fácil extracción.
Las poblaciones junto a las zonas en que se pone en práctica esta técnica están padeciendo unas consecuencias que finalmente, un informe oficial ha certificado. Habrá que ver qué ocurre tras el análisis del IGN, porque a priori, parece que una técnica capaz de provocar terremotos -y también envenenar acuíferos- no parece la más prudente.
