¡Un verano como pez en el agua!
Las piscinas, ríos, pantanos y playas son ideales para disfrutar en verano. Pero el agua también puede ser peligrosa para los niños si no se adoptan las precauciones adecuadas. Desde Easy Repair te recordamos las más importantes.
Imagen de Morgue File
Su seguridad está en tus manos
Los niños necesitan una constante supervisión cuando están dentro o cerca del agua, independientemente de que el agua se encuentre dentro de una bañera, una piscinita infantil, un estanque de peces, una piscina, un jacuzzi o la playa.
Recuerda que los niños pequeños son especialmente vulnerables, y que se pueden ahogar en menos de 6 cm de agua.
Te recomendamos que aprendan a nadar lo antes posible.
Pero, aunque sepan nadar no debes confiarte, ya que todos los niños necesitan ser supervisados por adultos mientras están en el agua, independientemente de su nivel de natación.
Otra buena idea es ponerles un chaleco salvavidas, elige la talla adecuada a su peso y altura. Para niños menores de 5 años, escoge uno de correa entre las piernas y soporte para la cabeza (la rigidez de la parte del cuello le mantendrá la cabeza erguida y la cara fuera del agua).
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Normas de las piscinas
En España mueren más de cien niños cada año ahogados en piscinas según datos de la Cruz Roja. Las vallas para piscinas son el elemento de seguridad más eficaz para evitar esta tragedia
Además deben tener al menos dos escaleras, una en la zona más profunda y otra en la menos profunda, para facilitar la entrada y salida al agua.
No dejes que corra ni juegue de forma brusca cerca de la piscina o dentro del agua para evitar accidentes.
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Ten cerca de la piscina un flotador y un equipo de rescate.
La piscina debe tener marcas de seguridad para indicar la profundidad de cada tramo.
Los filtros de la piscina deben tener tapas de seguridad para que el niño no meta las manitas o se atasque.
Al salir de la piscina hay que sacar todos los juguetes de ésta para evitar que los niños se sientan atraídos por ella una vez que están fuera.
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Protégeles contra el sol
No olvides aplicarles protector solar, y repetir la aplicación con regularidad, sobre todo si se moja frecuentemente.
Las gafas de sol, gorras provistas de visera y la ropa protectora también contribuyen a proteger la piel de las quemaduras solares.
Los niños deben beber abundante líquido, sobre todo agua, para evitar la deshidratación. Es fácil deshidratarse bajo el sol, especialmente si está muy activo y sudando.
Los mareos, vahídos y náuseas son algunos de los signos de deshidratación y de sobrecalentamiento.
La temperatura del agua también es un factor a tener en cuenta.
Entra en el agua despacio y asegúrate de que no está ni muy fría ni muy caliente. Por lo general, una temperatura de 28 a 30º C se considera agradable. Inferior a los 20º C está demasiado fría para la mayoría de los nadadores.
¿Saben nadar tus hijos?, ¿te han dado algún susto en la playa o en la piscina?
