Persianas, ¿para qué os quiero?

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A pesar de que las persianas son de los elementos caseros más necesarios en un hogar, porque nos protegen del sol excesivo, del granizo e incluso de los intrusos no deseados,  no las cuidamos como realmente se merecen. Las sometemos a mucho estrés, tirones y brusquedades varias.

Porque las persianas también se estropean. Si querido manitas, las persianas se bloquean, se rompen o se atascan por el desgaste, el mal uso o el paso del tiempo. Y es entonces, en ese preciso momento, cuando valoras todo lo que las persianas hacen por ti y por tu hogar.

Pero, ¿cuáles son los problemas más habituales y que más influyen en el mal funcionamiento de las persianas? Hoy te vamos a explicar los más comunes, estate atento!.

Atascos

En el caso de que la persiana esté atascada, conviene revisar que no se haya salido de las guías, o que esté situada entre las mismas.

En principio, este problema es sencillo de solucionar, y no hará falta tener que estar poniéndonos en contacto con una empresa profesional como Easy Repair.

Lo único que tendríamos que hacer es buscar la lama que está en una posición incorrecta y habrá que determinar si la podemos corregir, porque en casos extremos, no nos quedará otra que reemplazarlas.

Persianas que ni suben ni bajan del todo. 

Descartando que el problema pueda ser de lamas, existe la posibilidad de que el cable/cinta no esté colocado de la forma correcta.

En el momento en el que enrollamos la persiana hay que asegurarse de que el muelle interior haya llegado a su tope. Por ello, si queremos solucionar este problema, tendremos que seguir todo el recorrido del cable para ver si está en buen estado.

¡Horror! La persiana se ha atascado

Sus causas pueden ser por diversos motivos. Puede haberse roto una de las lamas, o haberse quedado enganchada en el cajón, o haberse soltado un fleje. Si se trata de una persiana eléctrica, también puede haber un objeto atascándola.

En todos los casos debemos inspeccionar el recorrido completo de la persiana, abriendo también el registro de la persiana o el cajón para comprobar si hay alguna sección rota o enganchada fuera de nuestra vista.

Cuando encontremos la lama que se ha desplazado, debemos empujarla hasta devolverla a su posición original.

La persiana no se mantiene

Esto pasa cuando la pestaña del recogedor no sujeta la cinta. Para resolverlo, debemos retirar el recogedor de la pared o abrirlo (cuando es exterior abatible). Entonces tenemos que fijarnos en que la cinta pasa por una rendija del recogedor que tiene una pestaña pequeña que la traba.

Intentaremos cerrar o rectificar esta pestaña, de manera que quede casi pegada a donde pasa la cinta, y con cuidado de no cerrarlo del todo ya que, de lo contrario, la cinta no tendrá sitio para deslizarse.

Las lamas de la persiana están rotas

Esto es más frecuente en zonas con granizo de gran tamaño, donde los impactos terminan rompiendo la superficie de las lamas, y esto, además de perjudicar su apariencia estética, termina dificultando el funcionamiento práctico del equipamiento.

Si este es tu caso, lo sentimos, pero no te quedará más remedio que reemplazar las piezas rotas si quieres que la persiana funciones perfectamente.

Persiana caída

Y terminamos con este problema que suele deberse a que el eje de la persiana no es capaz de apoyarse en sus soportes y se cae todo el rato.

Puede ser que estos soportes se hayan estropeado, o que no sean capaces de aguantar el peso. Aunque los podamos reparar, ante cualquier síntoma anómalo deberíamos de cambiarlos, tan solo por si acaso.

Y en ese momento es donde los profesionales de Easy Repair entran en juego. Estaremos encantados de atenderte!

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