Goteras… ¿Qué hago?
Las goteras, además de antiestéticas, son avisos de que algo está pasando en nuestro tejado o techo. Si dejas que crezcan, acabarán deteriorando gravemente las paredes u otras partes de nuestra casa, obligándote a tener que llevar a cabo varias reparaciones además de la propia gotera. Por ello, lo mejor es atajarlas cuanto antes. ¿Cómo se arreglan?
Primero tienes que saber por qué se producen. Si provienen del tejado la razón es la siguiente: el agua de lluvia se está filtrando por algún poro que se haya abierto en el aislamiento, o a través de la rotura en alguna teja. La obstrucción de los canalones o bajantes también provoca estos resultados. En un piso, lo más habitual es que se haya producido algún tipo de inundación o pérdida de agua en la vivienda superior que esté afectando a la inmediatamente inferior.
Si tu problema es del tejado, antes de nada debes saber que lo mejor es contactar con un profesional por la peligrosidad intrínseca del trabajo. Tanto si tienes experiencia como si quieres probar a hacerlo tú mismo, recuerda, ¡sé extremadamente prudente! Cualquier fallo o desliz allá arriba puede tener consecuencias fatales. Protégete con todo lo necesario, desde casco a arneses. Es mejor prevenir.
Una vez aclarado este punto, vayamos a la cuestión principal. Si el problema viene de una teja que se haya roto, puedes tapar el agujero con una masilla especial para tejas o sustituirla por otra empleando mortero y tela asfáltica para mayor seguridad. Si la gotera se produce en la terraza, es muy posible que sea la propia tela asfáltica. Tendrás que identificar el punto exacto y repararlo. Por último, si vives en un piso, sencillamente tendrás que esperar a que se repare la avería o la fuga en la planta superior, a que se seque todo y después, si tu techo se ha estropeado, sanearlo.
Esto es todo; recuerda, no pierdas la calma y soluciónalo rápidamente, que no te pase lo que pasó el otro día en el Congreso de los Diputados. ¡Y si vas a trabajar en el tejado, no dejes de tomar precauciones!
